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Monday, March 22, 2010

LA PRIMAVERA LA SANGRE ALTERA

La primavera ha entrado sin pedir permiso, sin llamar a la puerta, y hoy nos ha regalado un día que no disfrutábamos desde octubre. Claro, limpio, despejado, el día invita a pasear, leer, con los perros o los niños jugando, riendo, correteando alegremente a tu vera.
Los animales ya la barruntaban desde hace un par de semanas: una collera de cernícalos anida todos los años en el alféizar de una ventana del cuarto piso de un bloque vecino. Arman un revuelo considerable, con su cantar estridente de cotorras, proclamando a todo el mundo animal que están en celo, quizás enamorados y que son la pareja más feliz del mundo. EL macho lleva pisando a la hembra por lo menos dos semanas: la primera los sorprendí a plena luz del día encima de un poste eléctrico, cacareando su amor a la vez que la hembra se dejaba hacer dócil y quizás gustosa. Ayer mismo le estaba dando candela en su apostadero favorito, la antena de TV más alta del edificio. Ya que son muy escandalosos, rezo todos los días porque nadie los mate, un chaval con escopetilla de plomos que ha visto muchas películas de Harry el Sucio, un padre pueblerino que las considera alimañas y tiene veneno en casa para estos casos, una ama de casa muy limpia que se queja de las cacas de los bichos, etc. A mí, los cernícalos me han hecho un feo muy grande, porque les compré hará por lo menos cinco años una vasija de cerámica con la boca de tamaño adecuado para ellos, la blanqueé de cal para que los rayos solares rebotaran y la puse en lo alto del tejado de mi edificio. Pero nunca la han habitado, aunque si yo fuera cernícalo me iría a vivir ahí sin pensármelo dos veces. Ni con muslos de pollo como cebo conseguí disuadirlos de que mi propuesta era la más razonable.
Los gorriones no acuden tan a menudo a mi terraza a por el pan que han tenido asiduamente durante los meses de lluvia. Pan de molde, migajón de la barra, pan alemán, incluso de alpiste han disfrutado de menú unos gorriones que, ante los primeros calorcillos, acuden raudos al matorral, a las hierbas a buscar proteínas con forma de moscas, gusanillos, mosquitos, etc.
Los jilgueros se vuelven más antisociales con la primavera. En invierno, con el frío y la lluvia, se juntan, se arrebujan entre ellos formando bandos de varias decenas recorriendo los campos en busca de semillas de cardos, de avena, de trigo, etc. Pero ahora, las calores les impelen a separarse de la manada para buscar pareja, pescar insectos entre la miríada que revolotean espoleados por el calor que recorre sus élitros y sus corazoncitos que no son más que una vena un poquito ensanchada; esos insectos se los ofrecen a su hembrita como muestra de su amor, de que ella es la elegida.
Que el invierno haya sido un coñazo para nosotros no significa que todos los animales estén de acuerdo. Por ej. los patos, apuesto lo que sea que para ellos ha sido el mejor invierno que recuerdan los patos más viejos del lugar. Un invierno lluvioso como pocos que ha parido charcos, charcas, ríos, lagunas y lagos donde el pato, guapo, vistoso, disfrazado de verde, azulón, marrón, corteja a su pata, más sencilla, sin alardes ni maquillaje de ningún tipo. No hay amante más fiel, más caballeroso que el pato con su pata: siempre escoltándola, fiel hasta la muerte (en el sentido más literal del término), despega cuando ella lo hace, aterriza donde ella, siempre feliz, confiado, moviendo su colita incansablemente al final de su gordo culo, el cuello erguido como orgulloso de enseñar al mundo la pata tan guapa que se ha echado de novia (o esposa) hasta que la muerte los separe.

4 comments:

Uno Más. said...

¿Qué pasa,que no dices nada de los palomos? Esos son los Nacho vidal de los cielos...los Roko Sifredi de los polletes de ventana.

¿Y las palomitas pimpinitas?Se hacen las locas al principio, después..¨Ah, que estás aquí, no te había visto..¨, y a los dos segundos las ves ya como hipnotizadas,cachondas con el sensual cortejo ballenero del palomo ibérico. No me estraña que coman tanto, con tanto living la vida loca.

Para los palomos es primavera todo el año.Lo sé porque me despiertan todas las mañanas mientras hacen picardías...Si,no me lo digas,qué mala es la envidia.Ya lo digo yo.

La semana pasada venía frito de velar por el descanso de mis clientes y tras la tarea de acordarme donde guardé el pijama que me puse hace dos días,los cascos,Ay,¿Radiolé o Cadena Dial?,anda,los calcetines,mierda el móvil, me lo he dejado en el coche, y el compiuta no lo he apagado cuando miraba el estado de mi banca rota¡que tarea Dani!

Todo ello lo sabes bien,intentando hacer el menos ruido posibe luchando contra el mal de altura que da la noche en vela, y por fín, tras coger la posturita pensando que ya queda menos para final de mes...¡Otra vez!

La misma cantinela. Jadeos palomeros, y golpes automáticos en la persina.Ráfagas cada vez más desatadas(pensé pa mi, me los voy a cargar de un paro cardiaco)Y abrí la persiana de golpe, y tal como me vieron asomar el careto ella salió volando como avergonzada y el, que se la daba de pan mascao, me dice;

-¿Amigacho tiene un cline? ¿Y un cigarro?Po dame un euro armeno,¿no? Suprimo,ahí.

A esto escucho a la rubia..
-¿Qué haces carajote?
-Nada,cari, duérmete...sory.

Y al bajar la persiana despacito mientras se perdían entre los bloques con su vuelo aquellos AK-47del amor de pollete, pensé en porqué nos complicamos tanto la vida.

Buen principio de primavera,Dani. Me gusta mucho más que la navidad.Y suena menos falso.

danicurri said...

Nacho qué?...Roko Sifredi? no conozco a esos señores, son los últimos Nobel de Física Nuclear? jeje
Muy buena tu disertación sobre el amor palomero, se me había olvidado que ellos son los reyes del cortejo, con su arrullo gutural mientras danzan alrededor de la hembra subiendo y bajando la cabeza y sacando pecho como un legionario formando delante del Cristo de Mena de Málaga.
Pero pueden ser muy puñeteros los cabroncetes por su pertinacia en cuestiones amatorias, su líbido agitadísima y lo ponen todo perdido de cacas.
El Yuyu sacó una chirigota "De plaza en plaza" antológica, seguro que te acuerdas.

Uno Más. said...

Si que lo recuerdo.Aquello fue un cajonazo terrible.El mismo año de Kadi-City, de Juan Carlos Aragón, que fue otro cajonazo.

Pero mi punto con los palomos es que tal y como he pensado a veces, y después de leer tu descripción de la explosión que es la primavera para otros seres vivos, es que ellos parecen que lo tienen más claro.

Se dedican a lo verdaderemante importante de la vida...y no se complican tanto como nosotros..jejé.Quizás veo demasiado documentales. Empecé a preocuparme cuando me di cuenta de que en la segunda cadena los repiten mucho...

Me estoy acordando ahora de aquella canción de ¨El Gallo Eduardo Montenegro¨de Albert Pla.Una especie de fábula cantada sobre un gallo que ¨pierde la voz¨.

Esta noche también me toca regalar sonrisas...El otro día me acordé de ti, cuando Chiquetete me acusó de que yo le estaba poniendo de falisficador de firmas...jaja..que él había estado en ¨Nueavalló¨ y en ¨Méhico¨ y no le pasaban estas cosas..jajá..verídico.Mi pasado me persigue...

Dani, permíteme el atrevimiento y discúlpame la confiaza, pero haber si nos regalas un día un artículo sobre alguna peli.La única que creo recordar haberte leido es la de Alguién voló sobre el nido del Cuco, y alguna de Eastwood.

Sory por presionar.

Un saludo.

danicurri said...

no problem for the pressing,jeje...la última que he visto ha sido "El acantilado rojo" y me ha gustado un huevo. Una puesta en escena muy buena y se nota que le han metido dinero. A ver si los chinos se animan a hacer películas y se unen a los yankis en hacernos la vida un poco menos aburrida.
un saludo