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Friday, April 30, 2010

TIENDAS DEL BARRIO


Ya he comentado otras veces que uno de mis grandes defectos es la curiosidad, el cotilleo, la observación de, sobre todo, la peña. Siempre que puedo, dentro de los límites de la decencia, observo a alguien que me llama la atención por el motivo que sea. Los dependientes de los comercios del barrio son como los de cualquier barrio de clase media-baja de cualquier ciudad española, por lo que los hay de todos los tipos.
R. es la jefa del desavío de la izquierda, el que está al ladito del insti; tiene una empleada, S., y en su colmado, vende de todo lo que hace falta en una casa, desde detergentes hasta leche condensada pasando por todas las clases de embutidos en barra que existen.
La primera vez que entré, hará unos tres años, me dio una impresión paupérrima. S., la empleada, de delgada que estaba parecía una yonki en estado terminal, y el bote de mayonesa (que descolgó de una balda que soportaba un dedo de grosor de polvo) que me agencié había caducado hacía ya unos tres meses. Volví, temeroso de que no me lo descambiaran y con el firme propósito de no poner un pie de nuevo y me equivoqué en ambos propósitos: me lo descambió S. inmediatamente sin darme tiempo a explicarme siquiera y desde entonces he vuelto cienes y cienes de veces.
Me escandalizaba la anorexia de S.; porque de que era anorexia no había la menor duda. Frisaría los 40 kg una treintaañera de aprox. 1.65m. Su raquítico cuerpecito, ligero como una pluma, amenazaba con descomponerse en cualquier momento. Para colmo, al poco se quedó embarazada. A los meses, su barriga abultaba poco más que un melón de tamaño medio, por lo que mi espanto aumentaba preocupado por la salud de la criatura, probablemente hambrienta dentro de ese cuerpo exangüe, seco de alimentos. Pero felizmente una vez más me equivoqué y S. dio a luz una niña más sana que una pera. Con los años hemos labrado si no una amistad, una cierta complicidad propiciada por su bonhomía y mis buenos modales. A veces me fía, cuando ando corto de lana (como decía el gran Cantinflas), y yo a cambio le echo un piropo, o la escucho contarme que ha engordado 8 kg ( se le notan) y que necesita otros 5 por lo menos para estar divina.
Tiene guasa lidiar con cientos de vecinas diariamente, cada una de una leche, y salir airosa como hace S., que fía a manos llenas sabedora de que la jefa no se cosca de la mitad y de que a la larga la mayoría pagamos.
Porque la jefa, R., es otra que tal. A la pobre Dios no la ha dotado con las gracias que hacen de las mujeres esos seres casi divinos para los hombres (toma cursilada). Al contrario que S., R. es grande en "sensu strictu" (¿ se dice asín?); cerca del 1.80m, oronda de formas como un barril de cerveza, con un culo enorme, turgente y respingón. Probablemente el culo le roce con los bordes de la puerta, y ella lo mueve bamboleándolo, aprovechando sin duda la fuerza cinética que se produce para aligerar esa masa desproporcionada. Su carácter no le va a la zaga al físico, y es también desproporcionado, expansivo, con una voz a lo Caballé y una risa de jamelgo desprovista de complejos. Porque R. cuando se rie lo hace a mandíbula abierta, atronando el colmado con esa potente voz y dejando ver unos dientes con más faltas que el Congreso de los Diputados en agosto. Me recuerda mucho a las viñetas de Forges, en las que pinta a una mujer grande, enorme, que sostiene al marido en la mano o entre un generoso escote.R. siempre lleva unos pantalones finos de nylon y una camiseta de mangas cortas, ambas prendas blancas. Soltera y sin compromiso, su falta de complejos y prejuicios a pesar de su fealdad, me lo confirmó el bailoteo que se pegó en la arena de la playa en la última noche de San Juan ella y una amiga durante la actuación de una banda de pueblo más mala que Shakira y Britney Spears cantando a dúo por El Fary.

Thursday, April 29, 2010

MI TESOOOOORO


Hay muchos Gollum infiltrados entre nosotros que adoran objetos materiales tanto como aquél el anillo. Son gente cuya verdadera religión es la posesión de objetos, cuyo Dios es el dinero y cuya obsesión es mantenerlo a toda costa, cueste lo que cueste.
Un vecino de muá, barrendero del ayuntamiento para más señas, posee un Audi A4 (es sintomático de un país que un barrendero se embolse 2000 leuros al mes mientras un licenciado con idiomas apañe 1000 si es que no está parado) en la cochera ( que palabra más bonita que está siendo desplazada por la inmigrante sin papeles garaje) al que trata como a una princesa(probablemente a su mujer e hijos los trate con la punta del pie, pero eso es otra historia). Lo limpia diariamente, lo pule, hasta lo acaricia y seguramente le habla cuando están a solas. Siempre veo el coche en su plaza de aparcamiento, temiendo sin duda gastarlo si lo usa. Me imagino que lo sacará los domingos , siquiera para que los vecinos se arañen el careto.
Una antigua vecina de un piso en el que yo estaba de alquiler, se negaba a usar la cocina de su piso para usar en su lugar una hornilla que tenía dispuesta en el patio; allí cocinaba la señora, más mal que bien, con tal de no desvirgar la cocina original. Ésta la tenía impecable después de 30 años de vida del piso. Recuerdo el día que me despertó un pestazo a sardinas porque la señora estaba friéndolas en el patinillo. Estaba enemistada con todo el bloque porque el resto de vecinos tendía la ropa en el ojo patio y lógicamente no les gustaba ponerse la ropa oliendo a sardina. Pero a ella le resbalaba todo lo demás: sólo le importaba, sólo le movía el no ensuciar su cocina y estaba dispuesta a todo con tal de salirse con la suya.
Por último, recuerdo a un vecino de la casa de mis padres con el síndrome de Diógenes, materializado en su caso en la letra impresa. Atesoraba miles y miles de periódicos, revistas y libros entre basura ordinaria en su casa adosada de dos plantas. Él, setentón hace ya diez o doce años, vestía con ropa propia de sus años mozos y nunca la mudaba. Cuando se montaba en el autobús, lo envolvía en su "aroma" pegadizo igualito al del camión de la basura. El ayuntamiento mandó un día un camión con volquete y tuvo que dar tres viajes llenos para desalojar de la casa la cantidad ingente de basura acumulada durante muchos años de esfuerzo por parte del señor.
Todos estos casos y más que todos conocemos (me estoy acordando de la madre de un amigo que tampoco usaba la cocina (el fregadero conservaba incluso la pegatina) y que cuando me invitó a su casa de la playa me ofrecía una lata de atún para cenar, yo que soy un tragaldabas) son cotidianos en nuestra vida. A diferencia de Gollum, que envejeció pero no murió para no desprenderse del anillo, estos Trolls sí morirán y tendrán que desprenderse de sus tesoros por los que tanto sufrieron para que sus hijos o nietos los malgasten riéndose de la avaricia y estulticia del abuelo.

Wednesday, April 28, 2010

ASCO DE PAIS, POR DIOS

España va de culo, cuesta abajo y sin frenos. Me da vergüenza formar parte de este país. Es un sentimiento que crece paulatinamente a medida que me voy haciendo viejo y voy adquiriendo más conocimientos. Y eso que sólo tengo 34 tacos. ¿Qué sentiré cuando tenga 6o?. O bien habré emigrado o habré llegado a un punto en el que todo me resbale y me lo pase todo por el forro. Que envidia de aquellos países de los que puedas enorgullecerte, o, por lo menos, no avergonzarte. No hablo de los yankies, no hace falta picar tan alto. Esos noruegos, suecos, holandeses, que tienen un clima del demonio pero de los que sus ciudadanos se acuerdan con honor y orgullo. También los hay peores que España, claro, como Marruecos, Venezuela, Cuba, incluso Italia, pero es un flaco consuelo.
Lo peor de España somos los españoles, por descontado. Nosotros somos los que hacemos posible este putiferio abierto 24 horas al día. El descontrol, el desquiciamento es tan absoluto que parece de coña, como si fuera una tragicomedia perpetrada por Max Estrella.
Tenemos 5 millones de parados, y aquí todo Dios preocupado por un juececillo del tres al cuarto. Hay auténticos dramas de puertas para adentro de muchas casas españolas donde no entra un puto euro al mes. Los sindicatos, esos paniaguados del gobierno, en lugar de reducir ese número de parados, se dedican a manifestarse a favor del súperjuez. La tasa de paro en España, es del 20%, y en Andalucía, del 28%, tras 30 años de cacicato socialista. Pues en las próximas elecciones ganará el SOE otra vez, a pesar de lo que digan las encuestas ahora. ¿El PP la solución? qui lo sa, pero habría que darle una oportunidad, y si no vale, fuera y que pase el siguiente.
Con la excusa del Súper-Garzón (SG), el rector de la Universidad de Madrid, lleva a cabo una asonada para influenciar la decisión de un tribunal al que se le supone justo e imparcial. Sí, el rector, algunos cabecillas sindicales y otros politicuchos, entre ellos Gaspar Zarrías, el hombre que ha mecido la cuna andaluza despojándola de todo menos del somier tras 30 años y que cogió el primer bote salvavidas junto con Don Manué cuando sintió en los tobillos lo fría que estaba el agua durante el hundimiento del trasanlántico llamado Andalucía.
Un criminal de guerra, responsable de la muerte de cientos de personas en Paracuellos, como Don Santiago Carrillo, y otro, un tal Marcos Ana, sentenciado por el asesinato de varias personas por tener distinta ideología que él, convertidos en hombres de bien, paseados por las radios, televisiones como personas decentes y honradas y mostrando preocupación por las presiones de la derecha española.
Un grupo execrable, por fascista, como Falange, dando lecciones democráticas a muchos que se tienen por muy democráticos y progres. Acusan a Falange de sentar a SG en el banquillo, pasando intencionadamente por alto que sólo un juez sienta a alguien en el banquillo y que cualquier persona física o agrupación puede ejercer una acusación particular contra otra.
Un SG que, inocente o culpable, debería o bien de cesar en sus funciones o ser inhabilitado hasta que se aclare el embrollo, el venido y el por venir, porque el Faisán le está esperando tras la loma con la escopeta cargada.
A los simples les ha dado ahora por la República. Todo el que reclama la misma es que no ha leído un puto libro sobre la misma. Si les diera por leer las tropelías de la República española, dejarían la banderita en el trastero bien guardadita para no sacarla más. Pero claro, hay que comprar libros, leerlos, y eso cuesta dinero, esfuerzo y tiempo, mucho tiempo. Estos tontos del haba toman el primer atajo y, como todos los incultos, idealizan una etapa que no fue ni ideal ni pacífica. No se dan cuenta de que el problema no es Monarquía , República, esto o lo otro, sino somos los españoles y nuestra secular ignorancia lo que hace imposible cualquier forma de ignorancia. Estos subnormales, si tuviéramos una República, estarían reclamando una Monarquía porque son como los clientes toca-cojones, que se quejan por todo.
¿Tienen bastante? Pues hay más. La guinda del pastel, la gota que colma el vaso, la ha puesto la Universidad de Valencia. Mientras políticos más o menos buenos, como Rosa Díez ( que a mí personalmente me gusta un huevo) son abucheados, injuriados e incluso agredidos físicamente en las universidades simplemente por exponer sus ideas políticas, va la Uni de la susodicha ciudad e invita a que dé una charla magistral un terrorista. Éste sujeto, condenado por asesinato una pila de años de los que sólo cumplió 11 ( porque somos el país más avanzado del mundo) fue a hablar de revolución,progresismo y buen rollito. Por supuesto nadie le tiró tomates o le recordó a la madre que lo parió, sino que el tío se paseó por la Uni como si fuera A. Fleming. Por poco no lo condecoran honoris causa o algo así. Y los jefecillos de la Uni esgrimen que todo Dios tiene derecho a expresarse, democracia, bla,bla,bla. Qué comprensivos somos con los verdugos cuando la víctima no es familiar nuestro. Qué falta de humanidad, de sensibilidad hacia el dolor ajeno.
¿No es para echar la pota hasta la primera papilla?

Monday, April 12, 2010

ESQUIZOFRENIA


Es la enfermedad que sale en "Una mente maravillosa", la pinícula del Rasel Crou en la que él es un genio en las mates pero está como un auténtico chivo porque tiene varios amigos imaginarios. Me gustó la peli porque ya bien entrada la misma me dí cuen de que los amigos del prota no eran reales, sólo estaban en su cabeza. Eran amigos muy "reales", que hablaban, contestaban y hasta se enfadaban con el Rasel. Éste se dió cuen de que eran más falsos que un político en un mítin cuando, después de una pila de años de relación, cayó en que no crecían, sobre todo la niña, o en que no envejecían si eran adultos. A partir de ahí fue más feliz, porque hasta entonces lo torturaban contándole mentiras, falsas tramas de espías con la CIA de por medio, etc. Pero desde que supo que eran imaginarios, los pudo controlar mejor hasta que con el tiempo fueron desapareciendo por desuso.
Aquí en el pueblo tengo un par de ellos "calaos": uno de ellos, ucraniano, rumano o de por ahí, con pinta de matón a sueldo, ya lo conocía yo del gimnasio. Frisa los cincuenta, brazos para abastecer de acero a la industria metalúrgica alemana y panza de las de 3 litronas por cena. El nota, cuando está con más gente, se controla, pasa como uno más y es hasta enrollado. Pero mientras yo estoy sacando los chuchos lo he quincado hablando sólo que ni el Manu de Dos Hermanas. Vaya peroratas se suelta el colega. En su ruso natal, venga blablabla, aspavientos, manotazos arriba y abajo mientras camina lento, con las piernas zambas a lo Jon Güein. No es un caso perdido porque cuando ve a alguien, se hace el longuis y actúa como una persona normal, aunque al minuto, cuando se cree solo otra vez, venga otra vez el monólogo con su amigo imaginario.
El otro nota, es un caso perdido; hombre también rondando los 40, bien vestido, la primera vez que lo vi pensé que hablaba por un manos libres, tal era la charla que sostenía. Cuando descubrí que era consigo mismo, me quedé literalmente horrorizado de la locura del tío. De vez en cuando lo veo por el paseo marítimo, que tiene por lo menos un km de largo, discutiendo con su amigo irreal. Siempre están peleando, discutiendo, y el nota manotea mucho arriba y abajo no pegando, sino como enfadado porque escucha algo que no le gusta. ¿Qué amigo tendrá y qué le dirá para ponerse así? Desde luego no me gustaría estar en su pellejo, todo el día de malos modos en un cuento sin fin. Su vida debe ser un infierno. El caso es que el nota es lo suficientemente cuerdo para vestirse adecuadamente, salir a la calle y respetar las normas, no cometer delitos, luego volver a casa, sacar las llaves, abrir la puerta, etc. Pero todo lo hace absorto, abstraído en su mundo y presente en el nuestro sólo físicamente.
Creo que todos hemos hablado solos, yo personalmente me suelo reír más solo que acompañado, pero hasta esos extremos es demasiado. Siento compasión por esta gente y me asalta la duda de que tanto en la peli (que era un caso real) como en la vida real ocurre sólo a los hombres.¿Es un signo de debilidad masculina? Creo firmemente que la mujer, mentalmente, es más fuerte que el hombre, y no me extrañaría que esta locura fuera una causa de esa debilidad cerebral masculina. Todos sabemos que el hombre físicamente es más fuerte, pero lo que cuenta es el cerebro (si no, que se lo pregunten a Mike Tyson), producto sin duda de los miles de años en los que el hombre salía a cazar ejercitando sus músculos mientras la mujer se quedaba en la cueva ejércitando el músculo más importante y que consume más oxígeno del cuerpo, el cerebro.

Saturday, April 10, 2010

PUTAS


Hoy el día se ha dado de putas. No te confundas, no es que me haya dejado el sueldo en meretrices, sino que:
Me he levantado tarde, a las 14.oo horas, y después de hacer unas papas con choco, sacar a los perros a paseo y ver un capitulito de Prison Break, me he ido a mi garito favorito, un bareto en la plaza del pueblo un poco caro pero donde me siento muy a gusto porque conozco a los dueños, dos holandeses. Hoy, por ser sábado, éstos libraban y en su lugar estaban dos italianos, el encargado y el cocinero. Allí estábamos de charla, de risas mientras tomaba en la barra un cafetazo con un trozo de tarta, cuando se me sienta al lado una chavalita, se me abre de patas enseñándome la matrícula y se descamisa dejando al descubierto un escote paupérrimo. Mira que era fea la tía. No iba maquillada, sino enfoscada de afeites y potingues y me somete a interrogatorio de tercer grado ( acento marroquino como dice el italiano): ?cómo te llamas?¿dónde vives? ¿a qué te dedicas? yo, por no ser descortés y como estoy chapado a la antigua, le contestaba pero con monosílabos para no dar lugar a malentendidos, porque se le notaba a la legua a lo que iba. Le faltó preguntarme ¿en tu cama o en la mía?.
Me hizo sentir incómodo la situación y el buen entendimiento que tenía con los italianinis se cortó de súbito, así que opté por llamar a mi amigo Víctor para dejar pasar el tiempo. Acabé la llamada, y la pava, tras coscarse de que allí no iba a pescar nada, pagó su café y se largó.
A eso de las 18 horas me largué a casa, salí a correr para quemar las calorías del finde y después de ducharme y cenar un bocata de queso con jamón york, me acerco otra vez al garito para ver el partido Madrid-Barça con los espaguetinis mientras hacemos unas risas y hablamos de chicas.
Me dice G. que no tiene la tarjeta de la tele española, que sólo se puede ver la holandesa, les ayudo a meter las mesas desde la terraza a dentro y me invitan a tres cañas que me ponen a tono. G. me dice que va a ser padre, lo felicito y me invita a su casa a ver el fútbol. Me niego porque no me gusta molestar pero me voy con M. a un antro con pantalla gigantesca, nos apalancamos, empezamos a pedir birras espumosas( dicho de M.: "la birra senza spuma e como la donna senza tete") y me cuenta algo de su vida: nunca hubiera dicho de este macarroni con pinta vulgar, calvete y bajito, que ha estado en centroamérica muchísimos años, que en Costa Rica poseía un restaurante donde iba desde Robin Williams hasta Woody Allen y que en Cuba se cepillaba a putas finísimas por 20 dólares la noche entera. Me contaba todo con deleite pero con frialdad, como si fuera de otra persona de la que hablaba. Recordaba especialmente a una cubana rubia, 18 años y ojos azules,a la que le pegó seis polvos en una noche y le hizo rejuvenecer 10 años. Estuvo muchas veces en Cuba, hasta que se casó con una cubana. Sus amigos le decían que no lo hiciera, que cuando salen de la isla cambian para mal. Él se negaba diciendo que la suya era especial, pero se equivocó: cuando llegaron a Marbella, ella se negaba a trabajar, ni en casa ni afuera, y era caprichosa, gastosa e impertinente. Se separaron y hasta hoy, suspira aliviado. Ahora está con una filipina, bajita y gordita pero servicial. Cuando llega de trabajar todo el día, ella le espera con la casa limpia, la cena preparada y una sonrisa en la cara. "ya no busco la belleza, busco el corazón", dice meláncolico. Le da 150 leuros al mes, 100 para su familia en Filipinas y 50 para sus cosas. Me ha contado todo esto frío, como ausente, con una sinceridad absoluta, incluso cuando la cubana le salió rana, no se veía atisbo de rencor u orgullo herido.
Supongo que lo que ha hecho M. está mal, que es inmoral y todo es reprobable; no voy a juzgar desde aquí el oficio puteril, eso lo dejo para otros más inteligentes, y que yo, sin ser un santo, nunca he catado puta ( ni creo que lo haré) por una cuestión de principios ( me pasa como con la coca, me la han ofrecido hasta gratis varias veces pero siempre me he negado), pero no estoy por abolir el negocio porque hay putas que lo hacen por gusto y puteros que están muy necesitados,pero desde hoy el italianini me es mucho más cercano, humano y, porqué no decirlo, más amigo.

Thursday, April 08, 2010

GASPAR MELCHOR DE JOVELLANOS


Un país, como una persona, desmemoriado, no puede tener futuro o, si lo tiene, no puede ser muy halagüeño. Es un síntoma de pueblos incultos o incivilizados. Los Apache, esa maravillosa e indómita tribu que habitó una vez las grandes llanuras desérticas norteamericanas, no conocían la escritura y, por ende, ignoraban absolutamente todo de las generaciones pasadas. Al no haber constancia escrita de los hechos de sus antepasados, no había forma de saber quién, qué o cómo habían llevado a cabo gestas notables, cacerías espléndidas, alianzas duraderas, etc.
En España, aunque conocemos la escritura desde hace muchos siglos, no le damos la importancia que se merece a nuestro rico pasado. Es, como digo, un síntoma de incultura. Castillos de la Reconquista, torreones costeros para vigilar , restos de ciudades romanas, languidecen ante el analfabetismo y la incuria de los españoles. Si lo comparamos con otros países, la diferencia de trato es sonrojante: el Stonehenge inglés, un conjunto paleolítico nada del otro mundo, es todo un símbolo cultural e identitario de esa gran nación; Little Big Horn, donde sucedió una batallita en la que murieron varios cientos de personas, es un par de colinas sagradas para el yanki medio. Me alegro por ellos. Saben honrar sus hechos pasados para construir un futuro mejor. Si nosotros no sabemos o no podemos, es culpa nuestra, no de ellos.
Algo parecido pasa con las personas, y entre ellas, hay una que es incomprensible y suicida pasarla por alto: Jovellanos. Un personaje que en otro país sería poco menos que venerado y recordado frecuentemente (tal y como J. Adams en USA o Voltaire en Francia), en España es, como mucho, vagamente mencionado.
Jove fue un patriota en el mejor sentido de la palabra;¿Cuántas batallas ganó con su espada? ¿A cuántos países sometió bajo su bota? ¿Cuántas ciudades se rindieron ante su paso? Ninguno, ninguno y ninguno. Su arma fue la palabra, la sabiduría, el trabajo y el amor por su patria, la pequeña, Asturias, y la madre, España.
Nacido en 1744 en Gijón, iba para la Iglesia hasta que un golpe de suerte, unido a su probada inteligencia, le destinó a Sevilla como Juez principal. Corría el año 1768 y en los diez años que pasó en la ciudad, no sólo impartió justicia con equidad y humanidad, sino que dignificó las cárceles, la comida de los reos y garantizó que dispusieran de una defensa. Sus tertulias con Pablo de Olavide fueron de las más brillantes de España iluminando la vieja ciudad andaluza con un fulgor pocas veces visto.
Luego, desde el 78, a la capital a triunfar llamado por el gran Carlos III, un rey bonachón, inteligente y condesdendiente que supo rodearse de grandes consejeros. Con treinta y pocos años, Jove fue nombrado miembro de varias academias premiando así su sapiencia en muchas ramas. Su puesto en la capital fue el de alcalde de Casa y Corte, una responsabilidad grande ya a pesar de su juventud. Así transcurrieron los mejores y más fructíferos años de su vida, promocionando la alfabetización por toda España, la mejora de la agricultura y empapándose de las corrientes ilustradas que hacía años que recorrían toda Europa.
Pero la época feliz no podía durar siempre y a partir de 1789, con la muerte del rey y la Revolución Francesa después, empezaba una etapa de penurias y calamidades que sólo acabarían hasta la muerte del gran Jove.
Con Carlos IV, su mujer, María Luisa de Parma "La Parmesana" y el valido Godoy, da comienzo una de las etapas más vergonzantes de la Historia española. Ante los horrores antimonárquicos del vecino francés, el gabinete de gobierno se enrocó en posiciones ultraconservadoras que se reflejaron en el ostracismo a que fueron sometidos los consejeros más liberales de Carlos III: El Conde de Floridablanca, Campomanes y Cabarrús, gran amigo de Jove, el cual salió ingenuamente en su defensa con una carta escrita que es un modelo de honestidad más de 200 años después. A esto el rey, manso y pusilánime títere en manos de La Parmesana y de su favorito Godoy, mandó a Jove a Asturias "aconsejándole" que no viniera a Madrid.
Nuestro héroe no pudo por menos que obedecer a su rey, temeroso de la ira real, y permanecer en Gijón durante 6 años en los que no tuvo reposo. Gran admirador del sistema parlamentario británico, en el que incluso el rey estaba subordinado al parlamento, hombre de letras pero sabedor de la importancia de las ciencias para el progreso, nunca fue amigo de las revoluciones en las que era necesario sacrificar una generación para asegurar el porvenir de la siguiente. En 1797, de buenas a primeras es llamado a la Corte como ministro ( sólo había cinco ministros en ese gabinete) y va con el deber de servir a la patria pero con la aprensión del que conoce el paño. Un gabinete de sectarios lameculos subordinados a Napoleón en el que dura sólo 8 meses. Vuelve a Asturias a disfrutar los últimos años de su vida cuando es arrestado bajo falsas acusaciones y enjaulado en Bellver, Mallorca, durante 8 años sin juicio previo. Así se paga en España la inteligencia, la sabiduría y el amor a la patria.
Cuando tras el motín de Aranjuez cae la familia real, es prontamente liberado y, a pesar de la superioridad francesa tanto militar como cultural, se pone de parte del pueblo otra vez en la Junta militar de Sevilla para dirigir la resistencia. En 1810, viejo y cansado, vuelve a Asturias hasta que es ocupada por los franchutes y tiene que escapar en barco. Atraca en un pueblecito asturiano y muere solo y olvidado en una casita oscura y pequeña.
¡Qué bien lo captó Goya en su magnífico cuadro!

Sunday, April 04, 2010

A MI LA LEGIÓN


Cada año me gusta más la Semana Santa. Me considero, desafortunadamente para mí, un completo ignorante de la semana de Pasión, debido a mi desprecio absoluto de todo lo religioso durante mis años mozos. Ahora lo lamento profundamente. Ignoro muchas cosas de la Semana Santa que me gustaría saber, se me escapan muchísimos significados, matices de la liturgia católica.
El Jueves y el Viernes Santo asistí a las procesiones de San Pedro, el pueblecito donde vivo. Para un sevillano como yo, donde la Semana Santa es una auténtica pasión, una locura cuerda colectiva que funciona a las mil maravillas, la Semana Santa de san Pedro es humilde, como de tercera división. Pero tiene encanto, mucho encanto. Como digo, cada año la disfruto más y me voy sintiendo parte de ella.
Me entretuve observando la Banda Municipal de Ubrique, el Jueves Santo, que había sido invitada a tocar en el pueblo. ¿ Qué mueve a chavales con la cara punteada de acné, a setentones que más están para sopitas en la mesa camilla a pegarse varias horas de viaje en autobús, luego otro buen rato de pie, trajeados, cargando con sus instrumentos musicales bajo la atenta mirada de todo un pueblo? Lo ignoro también, pero debe ser algo grande que les llegue bien dentro.
Me recordaba mucho a la Sicilia de El Padrino. Mujeres de negro con mantilla, muy aseadas y guapas, un poco coquetas porque la falda va sobre la rodilla; zagalones de la banda con trajes mal llevados,antiguos ya desde hace muchos años, corbatas desabrochadas, aros en las orejas, pelos oxigenados de amarillo canario,haciendo llevadera la espera gastándose bromas entre ellos y riéndose de los abueletes de la banda; monaguillos de rojo con delantal blanco siguiendo al párroco en dos filas desiguales. Nunca he estado en Sicilia, pero es tal y como la retrató Coppola en Corleone y en Little Italy.
El Viernes Santo era el plato fuerte: La Legión. Yo y la parienta desde nuestro abrevadero favorito, el Bar Ramírez, que hace esquina con la calle del medio y la Plaza de la Iglesia. Cañas frescas y tortillitas de bacalao a precios económicos. Desde primeras horas de la tarde los lejía están enseñoreándose por el pueblo, llenando la bodega de zumo de cebada, haciéndose afotos con los niños que miran extasiados a esos señores con barbas o perillas largas,de chivo pero bien cuidadas, que llevan unos disfraces verde aceituna de mesa, muñequeras blancas exageradamente largas, cornetín, gorrito ridículamente pequeño a la nuca, y muchos cintas, correas, bandas por todo el cuerpo. Y luego el fusil. Supongo que será un cetme (aparte del Kalashnikov, es el único que conozco). Parece como de plástico, de juguete, verde también a tono con el uniforme. Hacen guardia toda la tarde ante la Virgen. Dos a los lados y uno al centro. Tiesos como palos, con la barbilla hacia el cielo unos 45 grados y el fusil a un lado con la culata apoyada en el suelo. Venga afotos ( yo entre ellos). Forman una estampa simpática, tipical spanish dirán los guiris. Para los guiris es completamente imposible que algo así pase en su país. El ejército está totalmente desligado de la sociedad civil. En Inglaterra, la poli no lleva ni pistola, no vaya a ser que la usen. Imposible el ejército desfilando por las calles en la sociedad más civil del mundo. Sería visto como una amenaza. Desventajas que tiene el progreso. España, al ser medio salvaje, tiene muchos inconvenientes pero algunas ventajas, como el ver desfilar a los legionarios por las calles de tu pueblo.
En San Pedro vienen a paso ligerísimo por la calle del medio hasta la Plaza de la Iglesia por el pasillo estrecho que le hace la gente. Vítores y aplausos cuando llegan a la Virgen, la escoltan y empiezan la exhibición de banderolas, cornetines y fusiles pasándoselos de brazo en brazo y de soldado a soldado. Más aplausos y un cierto sentimiento de orgullo me recorrió la columna observando a los descendientes de los Tercios de Flandes o de los guerrilleros contra el francés. Estos son los mismos que caían o huían como conejos ante los ejércitos del Mariscal Murat pero que degollaban al franchute rezagado. No son legionarios a tiempo completo, porque un par de ellos son albañiles en paro vecinos míos y otro grandullón simplón es el camarero de una cafetería. Supongo que habrían servido en la Legión en sus años mozos y cada año recuerdan viejos laureles por su pueblo. Loable conducta sin duda. El español, por su pueblo,es capaz de dar la vida. La mayoría de los lejía no cumplirán los treinta, pero se ve algún pimpollo de apenas dieciocho empujado quizás por el alpiste y el catre gratis para burlar las cornadas de la crisis. Hay incluso mujeres, y todos entonan el "soy el novio de la muerte..." apenas audible por culpa de la preponderancia de los dichosos cornetines más desafinados que otra cosa.
Por último los pasos, primero el Cristo, postrado, muerto ya camino del cementerio en su particular Via Crucis, y luego la Virgen, con manto negro de luto. Toca la banda municipal, esta vez de Málaga, y toca bien, pausado, melodioso que mece rítmicamente a ambos pasos. La pari y yo dejamos la tasca y los seguimos un buen trecho hasta que nos cansamos .Los politicuchos por el medio, ensuciándolo todo con sus manazas aunque lleven guantes de nilon, y , como dice el gran Paco Robles, la Semana Santa funciona tan rematadamente bien porque los políticos no meten sus zarpas en ella.