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Monday, November 30, 2009

¡QUIERO UNA INDEMNIZACIÓN!

Porque mis antepasados fueron asesinados por los romanos, entre ellos Julio César, Pompeyo y Sertorio; quién sabe si uno de mis antepasados estuvo junto a Viriato cuando el sitio de Numancia y acabó achicharrado por su propia tribu antes que entregársela a los romanos de Escipión el Africano. Ya sabes Berlusconi, ve aflojando la pasta porque tú eres el dirigente actual de aquellos invasores.
Porque quizás uno de mis antepasados estuvo en la Batalla del Guadalete en el 711 d.c cuando los musulmanes entraron por las malas y arrollaron a los paisanos que estaban tan tranquilos ellos sin meterse con nadie. ¿A quién debo dirigir mi instancia?¿Estos eran omeyas, no? ?Bagdad, Damasco?ya veré, pero no se van a ir de rositas.
O, más probablemente, cuando los vikingos entraron Gualdalquivir arriba y saquearon mi ciudad de origen, Sevilla. Ahí sí que tengo más probabilidades de trincar algún dinero por pura estadística. Voy a empezar a cursar mi solicitud a los gobiernos vikingos (léase Suecia, Noruega y Dinamarca principalmente) por si cae la breva.
Porque los franchutes entraron en España con la excusa de tomar Portugal y se quedaron en España matando, violeando y robando todo lo que podían.Apuesto mi brazo derecho a que alguno de mis antepasados fue uno de los guerrilleros tipo El Empecinado que se echaron al monte y fue apiolado o bien alguna mujer de la familia fue raptada,violada y luego asesinada para después dejarla en alguna cuneta. Eso son palabras mayores: como trinque al Zarkozy (o la Bruni en su defecto) van a tener que soltar manteca para que me jubile.
¿Qué? ¿suena raro? ¿a loco? pues que le pregunten al diputado socialista granadino que no lo conocían ni en su casa a la hora de comer y se ha hecho famoso por proponer algo del estilo, y encima cobra un dineral. Yo, por lo menos, no cobro nada de las arcas públicas.

Wednesday, November 25, 2009

MEMORIA HUNDIDA


Podemos hablar de memoria histórica, pero de la verdadera, de la de todos, de la que concilia, enseña, educa y une a todos los españoles; no de la media memoria histórica (en palabras del gran Paco Robles) que arrima el ascua a su sardina, que desune y enfrenta, que desentierra a unos españoles y a otros no.
Me refiero a los cientos, miles de barcos hundidos en las costas del litoral español a causa de temporales y batallas principalmente. Barcos cargados de tesoros, oro, plata, diamantes, especias, materias primas y sobre todo, cargados de personas, cientos de ellos hacinados en cada barco y cada uno con sus ambiciones, sueños, miedos, truncados. Barcos que en su mayor parte procedían de América, pero también de África, Europa y hasta de la lejana Asia; comandados por capitanes duchos en el arte marinero o por borrachos insensatos que no sabían lo que tenían entre manos. Manejados por tripulaciones expertas, coordinadas, que hacían del barco un elemento más del mar o por torpes marineros de agua dulce desconocedores de las implacables leyes marinas. Recipientes de los anhelos, deseos, miedos, de las mujeres, niños, padres que esperan en tierra a veces durante años para ver llegar a sus seres queridos desde el faro, el acantilado, la playa del pueblo, con la mano sobre los ojos para que el sol no les ciegue, día tras día sin noticias de ellos hasta que les llega la confirmación de la sospecha que ya muchas esposas tenían: nunca más volverán a ver a sus maridos, sus hijos nunca más volverán a decir papá a nadie, nunca nadie más las besará y abrazará en las largas noches de invierno porque su marido ha muerto de la peor manera posible, ahogado a muchas millas de la costa.
De historias como ésta nuestro litoral está lleno y los sucesivos gobiernos de España no han hecho nada por recuperar ningún barquito. Tuvieron que llegar los piratas ladrones del Odissey, robar el "Nuestra Señora de las Mercedes" y, con la connivencia de los ingleses (otros que de piratería saben un rato), mandarlos a USA vía Gibraltar.
Cualquier país civilizado tendría organizado una auténtica industria para rescatar estos barcos, con apoyo gubernamental y tecnología punta para sacarlos del agua en buenas condiciones y exponerlos al público en museos junto con la historia de cada barco y el contexto histórico en cuestión: por ej, "El Mercedes" fue hundido en 1804 por los ingleses frente a la costa portuguesa en tiempos de paz junto con otros tres navíos dentro de la época napoleónica en la que España tiraba más para Francia que para Inglaterra, etc...y esto serviría a los niños de los colegios y a los no tan niños para conocer mejor en qué país viven, cómo fueron aquéllos que lucharon por nosotros, porqué España es así o asá, etc. y estoy seguro que la mayoría se quedaría con la boca abierta, escucharía atentamente las explicaciones y luego al ir a casa preguntaría a los padres o indagaría por su cuenta para calmar la curiosidad.
Pero esto en España es imposible, llevan meses para intentar ponerse de acuerdo el Ministerio de Cultura y el de Defensa, cada Autonomía va a su aire y si tal vez llegan a un acuerdo, al final quizás se den cuenta de que no hay dinero para realizarlo. Por no hablar del asunto de las nacionalidades, donde los barcos rescatados en Cataluña serán barcos cargados de independentistas que luchaban contra la opresión del malvado e inculto pueblo español, los vascos no dejarán que ningún español toque su patrimonio histórico, mejor que se pudra en el fondo, los andaluces del pesoe dirán que tal barco del s.XV iba cargado de militantes socialistas que iban a un mítin y que son mártires de la causa y los valencianos del Pepé que el pecio rescatado del s. XIX ya era pepero porque tiene una gaviota como mascarón de proa.

Sunday, November 22, 2009

El patio trasero de Europa



Qué mal cuerpo se me ha quedado esta mañana por culpa a medias de un artículo del gran columnista Pérez Reverte y de mi curiosidad malsana por las guerras, la muerte y el dolor humano en todas sus variantes.
El artículo en cuestión va del cámara de TVE Márquez, que rodó muchísimas escenas de la guerra de la antigua Yugoslavia, en una de las cuales da cuenta Reverte como testigo ocular de los hechos. Un croata con un bazooka intenta destruir un tanque serbio, en Vukovar en el 91, me parece.
A partir de ahí entra en liza mi natural masoquismo que puedo satisfacer con internet: Pérez Reverte en un vídeo de 10 min. para TVE (parece ser el programa Informe Semanal) junto con los combatientes croatas, armados con armamento ligero enfrentándose a la poderosa maquinaria serbia (tanques, aviones, etc.), muertos en directo, sangre a porrillo, mujeres llorando, gritando, el acojonante sonido de la guerra (metralletas, bazokazos, morteros, etc.), el éxodo de miles de croatas ante la tenaza serbia sobre Vukovar; luego más vídeos, croatas, en inglés, espeluznante, descorazonador, y todo a cien km de Italia, de la Europa unida.
No soy un experto en esa guerra, ni mucho menos, aunque algo sé: tras la 2ª Guerra Mundial, Tito consiguió unir lo que una vez fue frontera entre dos imperios: el Austrohúngaro y el Turco.
Tito consiguió mantener las diferentes etnias y religiones en una relativa calma, en paz, lo cual no es poco, pero cuando en los 80 la palmó, llegó el tiempo de los nacionalismos, de Milosevic por parte Serbia, de Tudzman por parte croata, y el Adolfito serbio, Milosevic, tenía planes para su Gran Serbia, que se oponía a la desmembración de Yugoslavia, quería acaparar bajo su paraguas a todas las naciones limítrofes con el uso de las armas. Sometió a una limpieza étnica a los musulmanes (los descendientes de los turcos) por ser eso, musulmanes, y se fue apoderando de Croacia primero y luego de Bosnia.
Grandes ciudades fueron cayendo, Zagreb, Dubrovnik, Vukovar, Sarajevo, y con ellas cientos de miles de personas, casas, animales, sueños, esperanzas, y todo por la locura insensata de un criminal aupado al poder de Serbia y de sus acólitos.
Fue una guerra casi en directo, en el patio trasero de Europa, donde los terribles chetniks(francotiradores) serbios mataban a todo aquel que se aventuraba fuera de los refugios: madres que iban al mercado, abuelos en bicicleta, padres acarreando agua.
Y mientras en Europa, mirando para otro lado: juegos olímpicos en Barcelona, Expo en Sevilla, café en París, salchichas en Frankfurt, té en Londres, qué felices somos todos, y a menos de 3 horas de avión un nazi y su ejército acribillando gente. Los dirigentes europeos haciéndose los suecos ante la tragedia hasta que llegaron los yankies y empezaron a meterle torpedos a Milosevic en el culo porque entre los europeos ninguno se atrevía a dar el primer paso.
Un progre europeo dijo una vez que el fascismo planeaba sobre USA, a lo que un americano sensato le respondió:" sí, planea sobre USA, pero siempre aterriza en Europa".
Este es un ejemplo claro de cómo en un país aparentemente civilizado, democrático y desarrollado puede caer en la miseria más absoluta prácticamente de la noche a la mañana; de cómo vecinos se matan entre sí de buenas a primeras, sin saber a ciencia cierta porqué.
Por eso detesto tanto a los nacionalismos, sean del signo que sean: enfrentan a la gente, les exacerban los peores instintos, tergiversan la historia a su conveniencia, convierten en enemigos a los países vecinos y , en una población poco instruida o poco democrática ( de eso algo sabemos los españoles) todo eso combinado forma un coktail peligrosísimo para la convivencia, la paz y la civilización, que, a fin de cuentas, es lo que importa.

Wednesday, November 18, 2009

HABIA UNA VEZ...


un circoooo lalalala...esa es la sensación que me quedó después de ver la entrevista que dos periodistas realizaron en la tele a Florentino Pérez, mandamás del Real Madrid.
Yo, culé confeso, no pude más que sentir aprecio por el presi del equipo rival ante el esperpento al que le sometieron estos dos actores principales de la farsa periodística, estos dos personajes que pegarían más bajo unos focos con nariz de broma, grandes zapatos y ropa chillona ante una audiencia de niños entusiasmados.
Dos tipos encantados de haberse conocido que no paraban de hacer gansadas, reirse de sus propios chistes y sobre todo, de hablar por los codos y no dejar hablar a la persona que habían invitado para hacer precisamente eso, hablar.
De buenas a primeras uno del dúo émulo de los Sacapuntas saca manojos de corbatas y las pone encima de la mesa ofreciéndoselas a Florentino, que impávido, digno, no se podía creer lo que estaba presenciando; el otro rebuznaba con la boca abierta y luego, en una escena desagradable,propia de DEC o del Tomate , lo apuntaba con el dedo y lo acusaba de que no había saludado en Milán a Arrigo Sachi, como si eso importara.
En mi vida he presenciado una entrevista futbolera tan vacía de contenido, tan insulsa, áspera , donde al entrevistado no se le deja hablar porque los periodistas quieren lucirse, dejar ver lo graciosos y ocurrentes que son para tener contenta a la audiencia. Que diferencia con mi admirado Carlos Herrera, cuyos silencios son legendarios, largos, a veces hasta incómodos porque él, perro viejo de la radio, sabe que lo más importante siempre en una entrevista es el entrevistado, no el entrevistador. Esto que parece tan sencillo, simple y lógico, no se lleva, está anticuado, ahora la audiencia pide marcha, acusaciones, apuntar con el dedo, hacer gracietas y reirte tú mismo respaldados por un presupuesto estratosférico y una amplia cobertura que llega a la media hora de emisión, más incluso que el noticiero.
Florentino quedó a mis ojos como un señor cuando uno de los payasos le preguntó al final de la entrevista: ¿te ha parecido difícil la entrevista? , a lo que respondió, con más razón que un santo:" ni fácil ni difícil, sino que no he podido hablar". Más claro, el agua.

Thursday, November 12, 2009


Estaba sentada en un poyete alto al lado de una calle de barrio mientras yo pasaba con el coche pensando en mis cosas. Sin duda estaba esperando a alguien; una amiga quizás, o un grupo de colegas con los que dar una vuelta y echar unas risas o quizás un chico, el primero probablemente, alguien especial para ella que a su vez la hiciera sentir como si fuera la única mujer en el mundo.
Era joven, unos quince años, no sé si guapa, fea o normal, pelo moreno rizado y largo que le caía como una cortina por un lado de la cara. Vestida normalmente, unos vaqueros y un jersey fino negro si no recuerdo mal. La cabeza medio ladeada hacia el lado izquierdo porque en su regazo sostenía un libro, sí, un libro, y durante el segundo que la miré mientras pasaba esbozé una media sonrisa. Me dieron ganas de bajarme y preguntarle qué leía, quizás era Dumas, o Cervantes, o Dickens, o quizás no, quizás era Dan Brown o el último libro de uno de los hijos de Carmina Ordóñez, pero que diantres, a quién le importa.
Si esta chica está leyendo mientras espera a alguien es que es una lectora compulsiva, de las que lleva un libro a todas partes en el macuto para no desaprovechar el tiempo: para las largas esperas de la consulta del médico, para el autobús, la playa, etc. es lo primero que coge porque si se le olvida se cabrea y se pregunta en qué estaba pensando.
Esa imagen me viene a la cabeza de vez en cuando, y pienso que no todo está perdido, que no todos los adolescentes son maleducados, horteras y se fuman porros como cartuchos de castañas durante la rabona diaria, sino que de cuando en cuando sale alguien que te reconcilia con el mundo, que lo hace un poco menos feo, hostil, como una amapola entre un campo de cardos.

Tuesday, November 10, 2009

ESTO APESTA

Yo nací un año después de muerto Franco, y cuando era niño tenía la certeza de que vivíamos en una democracia, de que éramos un país civilizado y adelantado y que, cuando escuchaba a mis viejos o abuelos hablar de Franco, la dictadura, la Guerra "Incivil" incluso, pensaba para mis adentros con una suerte de condescendencia que pobrecitos ellos y que bien que vivimos ahora; y razón no me faltaba, pero no las tenía todas conmigo, porque ni la democracia que tenemos está tan consolidada como yo pensaba ni, a mi juicio, va a durar eternamente.
Y, en mi opinión, no tenemos una democracia, sino una partitocracia que, como su nombre indica, está totalmente manejada por los partidos políticos que hacen y deshacen a su antojo y en donde los ciudadanos ni cortan ni pinchan durante cuatro largos años hasta las próximas elecciones.
Una partitocracia que, para más inri, está podrida hasta los tuétanos por los mismos politicuchos que dicen protegerla.
Todos conocemos los casos más sonados de corrupción en este santo país: Marbella, Valencia, Mercasevilla, El Ejido, y un larguíiiiiiiiiiiisimo etcétera que hace sonrojar al más pintado, y todos conocemos también las penas que se les imponen a los imputados, los cuales no suelen pasar más de un par de años a la sombra gracias a la permisividad de una ley hecha por ellos mismos y a los buenos abogados contratados precisamente con el dinero birlado.
También sabemos que eso es sólo la punta del iceberg, o sea, que son sólo los que han pillado "in fraganti", y que en nuestro pueblo o ciudad sabemos de algún concejal, alcalde, encargado de obras que ha pasado del Seat Ibiza al BMW de la noche a la mañana que se ha ido de rositas y que por unos pocos de años de trabajo en el ayuntamiento ya no necesita trabajar más en su vida; eso por no hablar de los miles de "enchufados" en cada ayuntamiento que chupan del erario público como sabandijas y que están ahí por su cara bonita.
Así como que cada equipo de fútbol al final de liga tiene los puntos que se merece, cada pueblo o país tiene los gobernantes que se merece. Por eso España, nunca, que yo sepa, ha tenido un gobernante como Dios manda, y a mi juicio, nunca lo tendrá.

Sunday, November 08, 2009


La ventaja que tiene el que nadie (o casi) nadie te lea es que puedes criticar a diestro y siniestro, repartir estopa a mansalva y nadie se entera.
Hoy tenía ganas de arreglarle las cuentas a los camareros, españoles para más señas, que a mi juicio, están entre los más malos del Universo. Me parece a mí que el camarero español es el único del mundo que es más chulo, más macarra y más maleducado que el cliente.
En mi pueblo, los mejores son bares regentados por extranjeros, en concreto dos holandeses y un argentino; bueno, hay alguno español, pero la proporción es alarmantemente baja.
Anécdotas, miles: aquí en el pueblo de la costa, había un camarero jerezano, cincuentón, con bigote, socialista hasta la náusea, que le molestaba que yo fuera a su bar a tomarme una caña con el ABC; nunca me dijo nada directamente, presumo porque mis 1,90 m de altura imponen, pero lo escuchaba rumiar contra el PP y todo lo que le sonara a "Ansar", sin duda buscándome las cosquillas. Os juro que si pudiera, me "afusilaba" en el paredón por facha. Este mismo elemento salió de detrás de la barra y se encaró un día con un cliente por un quítame allá esas pajas. Me daba pena por su hijo, un chaval de veintitantos que curraba allí con él y se avergonzaba de lo capullo que era su viejo. Huelga decir que desde la escenita a lo John Wayne nunca volví al bar y que me alegré cuando tuvo que echar el cierre poco después. Le está bien empleado por subnormal. Eso sí, una lástima porque las birritas las echaba bien el carajote.
Ese mismo bar lo tomó otro pavo, y volví a ir por lo de las cervezas y porque desde la terraza podía curiosear a mis anchas; pues llevaba yendo varios meses casi todos los días y todo bien ( obviando la falta de uniforme de las camareras, que van vestidas a lo grunge-punkie con tatuajes hasta en sálvese la parte) hasta que llega la feria del pueblo, me pillo una mesa en la terraza con la parienta y los suegros, me sirve un camarero nuevo y cuando me trae la cuenta me clavan 5 leuros de más; entro, me ve la camarera de siempre y se pone colorada diciendo que pensaba que mi mesa era de guiris. Con dos cojones. Por supuesto me devolvió la diferencia y otro bar que ya no vuelvo a pisar.
El otro día en el aeropuerto de la capital me sentí avergonzado de ser del mismo país de los gilipollas bordes camareros/as que disfrutan no hablando inglés(en una ciudad que es epicentro del turismo nacional donde miles de turistas entran y salen cada día y donde casi todo dios vive del guiri), siendo groseros, y encima creyéndose o que son graciosos o que tienen dos cojones; que panda de catetos, por Dios. Una señora inglesa a mi lado, que había pedido un capuccino grande y le habían puesto uno mediano cuando dijo educadamente "excuse me, but I wanted a big one" el chimpancé de detrás de la barra le gruñó algo en español en un tono que ni a un perro; la mujer, guiri pero no tonta, se puso colorada pensando seguramente si había dicho algo malo a los supersticiosos españoles. Todo eso por no mencionar la cara de cuerno de los camareros, la falta de sonrisa, o si no quieren sonreir, al menos intentarlo, o ser un poquito amables.
Podría seguir contando historietas hasta rellenar varios páginas, pero no quiero cansar a los millones de lectores que me siguen; lo que sí diré es que he estado en varios países extranjeros (Italia, Marruecos, Bélgica, Holanda y Finlandia) y allí el cliente, en principio, es alguien a quien respetar, tratar con educación y hacerlo sentir bien para que vuelva otra vez. Por descontado con camareros uniformados (en España, para encontrar un camarero uniformado tienes que ir a un restaurante caro, sin duda porque pensamos que es de fachas que los camareros lleven uniformes) que no te tratan ni con demasiada familiaridad ( como odio el palmetazo en la espalda del típico camarero español a la vez que te suelta:" ¿qué pasa socio?",) ni con demasiado respeto, que se mantiene a una distancia prudente pero que está pendiente de que no te falte de nada y, si el cliente resulta ser un tocahuevos, que también los hay, ponerlo de patitas en la calle.

Saturday, November 07, 2009

La (malvada) madre patria


Sé que parezco el Abuelo Cebolleta contando batallitas de soldados, pero que queréis que os diga, la cabra tira al monte y yo cada día me parezco más a una cabra...o a un cabrón.
Me viene a la memoria el fatídico 1898, cuando lo del "desastre"; en Cuba había unos 200.000 mil soldados destinados y en Filipinas unos 30.000, enviados allí desde la patria madre para defender unas tierras lejanísimas que a los soldados les importaban bien poco. Soldados que lógicamente dejaron atrás, en la vieja España, esposas, hijos, madres, etc. para pelear en una guerra, que, según les contaron, iban a ganar sin bajarse del autobús (perdonarme la licencia).
Una guerra en la que Dios estaba de nuestra parte porque España era católica y los otros no y que íbamos a ganar porque el honor español y las glorias pasadas eran imbatibles ante unos pueblos bárbaros atrasados.
Eso era la teoría, pero luego, en la práctica, la realidad fue bien distinta, y lo peor no fueron las derrotas, sino el abandono de las tropas. Tropas mal preparadas, equipadas, alimentadas, medicadas que caían como moscas bajo esos climas totalmente extraños a los españoles que no recibían ningún tipo de suministro; la (malvada) madre patria los olvidó a su suerte y ellos sucumbían a miles de km de casa. Jugándose la vida por una madre ignorante y cruel que desde que los parió se olvidó de ellos. Incluso los enemigos, en este caso los EEUU, se tuvieron que encargar de la repatriación de los soldados españoles ante el desprecio de la metrópoli hacia sus hijos y la absoluta miseria que presentaban.
Todo esto viene a colación del atunero Alakrana, que lleva casi 40 días secuestrado con sus 36 marineros en un lejano país y los españoles estamos más pendientes de si Cristiano Ronaldo se recupera a tiempo para el derbi contra el Barça. Viene a cuento porque el gobierno de turno, a pesar de las repetidas advertencias de los armadores, nunca se preocupó por poner 4 ó 5 soldados por barco con ametralladoras alegando que incumplía no sé qué ley de la legislación de Alicia en el país de las Maravillas. Porque un juez megaestrella, ávido de portadas, ordenó traer dos piratas a España sin calibrar las consecuencias que podrían acarrear a los marineros.
Ya está todo embrollado, el secuestro se alarga más de la cuenta y a las familias, aunque todo salga bien y vuelvan los marineros sanos y salvos, no hay quien les quite el disgusto y la angustia que llevan en el cuerpo durante el último mes y pico; y luego nos preguntaremos porqué muchos hijos de la patria no quieren seguir siéndolos y prefieren ser adoptados por otra madre que les preste más atención.
También sé que me repito mucho y que las comparaciones son odiosas, pero que quieren que les diga, anda que a un francés o a un yanki les iba a pasar esto...