My Blog List

Monday, January 03, 2011

NO QUEJARSE EH, NO QUEJARSE,...


Para un catetillo de pueblo como yo, que no tiene cultura ni enciclopedia en casa, los grandes poetas-filósofos de nuestro tiempo son los chirigoteros gaditanos como El Lobe y El Cabra en "No somos nadie" cuando representaban a unos zombies y nos avisaban cantando: "y no cagarse en los muertos, eh, no cagarse en los muertos" a la par que se limpiaban la ropa llena de mierda depositada por los vivos que se cagan en los muertos de alguien.
Así como a perro flaco todo son pulgas, a país cateto, todo son palos. Qué le vamos a hacer. Nos llueven palos por todos lados, derecha e izquierda, y apenas levantamos la cabeza, y ¡zas! nos la hunden otra vez de un leñazo.
Acaba de entrar la ley anti-tabaco y estoy flipando en colores. Llevamos años soportando un lavado de cerebro nacional sobre las maldades del tabaco, preparando al pueblo inculto acerca de lo malísimo que es el tabaco, los fumadores pasivos y toda esa verborrea que tan hondo cala en las mentes yermas del populacho y ¡zas! palo en la cocorota de las libertades individuales. A partir de ahora, incluido yo, que no he fumado en mi puta vida, qué felices vamos a ser en los bares y tascas sin malos humos, todos cogiditos de la mano cantando jingle bells, por fin el serranito va a saber a serranito, no a calamares como hasta ahora, por fin no voy a morir de cáncer de pulmón por ser fumador pasivo, qué atmósfera ecológica tan sostenible vamos a tener. Podríamos declarar los bares ecosistemas reserva de la biosfera o algo asín, tan limpios de humos y malos olores. Lo que no sabe el vulgo es que el tabaco sea tan malo malísimo y no el paro de los 5 millones, los malos modales de la gente, los coches, etc. Todo eso comparado con el tabaco es moco de pavo, no es nada. ¿qué usted lleva dos años parado, teniendo una carrera universitaria, un máster y dos idiomas y que su vecino, que tiene la EGB, pero enchufado en el ayuntamiento de turno cobrando 3000 leuros al mes por ir un ratito por las mañanas a echar el rato? albricias, que no se puede fumar en los bares. ¿qué su hijo se emborracha con 15 añitos en la plaza del pueblo cada finde, que no aprueba ni recreo en el insti, que su hija puede abortar con 16 añitos sin decir ni mú? alégrese, que los bares no tienen humo. Propongo nuevas ideas: internar a los fumadores en guetos, como el de Varsovia, y no dejarlos salir de allí nunca porque son peores que los nazis. O mejor, poner a los fumadores en el paredón y afusilarlos a todos, para acabar de raíz con el poblema, porque muerto el perro se acabó la rabia.
Ya en serio, ¿qué cosa más natural hay que fumar en un bar? mis más tempranos recuerdos van ligados a Humprey Bogart fumando en Casablanca o a Felipe González en la Moncloa. Al que no le guste, o no fume, que se aguante o se quede en su casa, incluido yo, que como ya he dicho en mi vida he fumado un pitillo. A mí personalmente, hay otros temas que me molestan mucho más y el gobierno no lo legisla. Por ejemplo, el ruido en la calle, la mala educación de la gente, los enchufados en los sitios públicos que succionan de la teta pública sin saciarse, el abandono de los cientos de lugares históricos repartidos por nuestro territorio.
Pero todo es parte de la misma estrategia, la cortina de humo para ocultar los verdaderos problemas que nos agobian. Que son problemas del alma, no del cuerpo. Por eso cala tan bien en países catetos, analfabetos, que descuidan el cultivo del alma, o sea, la literatura, la pintura, la música, el respeto, los buenos modales para, por el contrario, potenciar el culto al cuerpo, al ego, al dinero, al individualismo, a la mala educaciòn y a la falta de valores éticos que nos haga más humanos y menos máquinas.
Transigimos con esto con cierto orgullo propio del tuerto en el país de los ciegos, o del idiota en el de los subnormales. Ufanos de nosotros mismos, encantados de habernos conocido, mentando a países europeos a los que nos igualamos en modernidad. ¿Qué o quién será lo próximo? el recorte de libertades sigue imparable con la aquiescencia de todo el arco político. Ha quedado demostrado para los gerifaltes de este país,que con la debida campaña propagandística todo es posible; que con la adecuada aportación de pienso, todo el rebaño agacha la cerviz a la voz del amo.
¿Las consecuencias?: más sanos vamos a estar pero desde luego más pobres, sobre todo del alma. Se ha conseguido anatemizar a un importante sector de la población, estigmatizarlo al modo de la Santa Inquisición, y de paso, enfrentar a unos contra otros. ¿Más? los bares, cuyos impuestos sirven para que los politicuchos puedan cobrar lo que cobran por jodernos la vida, sufrirán una merma en sus ingresos, lo que se traducirá en mayor pobreza general y más desempleo. Hace un par de años les obligaron a unas cuantiosas reformas para habilitar guetos para fumadores y ahora se las tienen que comer con papas. El ruido en las terrazas, si están petadas de fumadores, se verá incrementado notablemente a la par que la indignación de todos aquellos vecinos que no tengan derecho al descanso diario en sus casas. Y además, es una ley inhumana, falta de compasión hacia unas personas cuyo única falta es la de querer echarse un pito en un bar. Una ley que los margina, estigmatiza, los convierte en el blanco fácil de las críticas de todos aquellos que previamente han sido debidamente aleccionados.
Por eso titulo este humilde articulito "no quejarse, ein, no quejarse", si es usted, querido lector, uno de esos torquemaditas que sale hoy a la calle más contento, más feliz, con la sensación del deber cumplido por haber jodido a millones de congéneres, de seres humanos. Por eso no quejarse, ein, no quejarse, si de aquí a un tiempo no muy largo todo esto explota como una olla expréss mal cerrada.

5 comments:

María León said...

Cuánta razón tienes!!! Para mi, aunque fumadora, no me molesta tanto la ley antitabaco, por no poder fumar como por el atentado hacia la libertad que supone. Fumar para mi es una opción y como opción realizaré a pesar de las prohibiciones.
Entiendo, sé y creo que habría que invertir toda esta energía en mejorar otros aspectos sociales, como tu comentas, pero reconozco que para los políticos de pacotilla que tenemos, es más fácil sacar leyes que dispersen y dividan a una sociedad tan vacía y sin valores como la que hemos creado, que intentar mejorarla con conceptos que la unan y la enriquezcan.

Pascu said...

Digo yo que si a algo va la gente a los bares es a intoxicarse. Ahora entras y ves la puerta llena de fumadores como parias, y dentro gente bailando en un ambiente limpio, igualito que una clase de aeróbic.

Si la ley estaba bien como estaba... Pero existe el "principio de máxima perversidad", por el que si algo está bien como está, hay que trastearlo a ver qué pasa. Es la tentación del que puede mover los hilos, por el simple hecho de eso: por que puede.

Me parece adecuado prohibir el tabaco en sitios públicos. Pero, hostia, a los bares es que va uno a lo que va... Países avanzados como Holanda tienen sitios hasta para fumarlos aliñados, y han levantado la prohibición en bares pequeños. porque el ciudadano es inteligente y responsable, y sabe cuidarse solito, y si entra en un bar del tipo que sea es porque quiere.

El día que haya buenos políticos y mandatarios, será el día que no haya que hablar de ellos y sus decisiones. Pero si hay que hablar todo el rato, y a la gente le tocan demasiado las narices (lease la subida del 80% en la gasolina de Bolivia), entonces no habrá ni ley ni orden ni nada que impida ver quién manda de verdad aquí y quienes son unos mandaos y unos peleles puestos ahí para servirnos y que están perdiendo los papeles.

Saludos.

danicurri said...

ah!!! se me olvidaba, el no va más, el triple salto mortal sin red, son las delaciones, el chivatazo al estilo de los perros rabiosos de las dictaduras cubana o venezolana o de la Stasi en la antigua República Democrática (no es un chiste) Alemana. Vamos a dar rienda suelta a todos nuestros odios y rencores chivándonos por lo bajini de todos aquellos fumadores-terroristas que fumen en los bares cuyos propietarios no cumplan una labor más propia de la Gestapo: vigilar, advertir y denunciar si llega el caso de que nadie fume en su bar. Como si no tuvieran bastante los pobres propietarios, ahora hay que añadirle esta labor segurata.

Jarttita. said...

Estoy contigo. Primero en lo de las denuncias anónimas, que me parece ilegal como poco por no decir antijurídico. Y luego en que la ley es una cortina de humo, un aparheid doble: por una parte para los fumadores, que parecen terroristas en Guantánamo. Y por otra para los no fumadores,que también los estigmatizará. Una locura, vamos.

Yo no soy fumadora y cuando llego a casa después de estar en un bar lavo la ropa porque el olor me molesta. Pero vamos, ni una cosa ni otra. Y con la de problemas que tenemos, encima. NO habrá cosas de las que preocuparse más y mejor antes.

En fin... otro café.

danicurri said...

Leire Pajín ha cometido un desliz y nos ha enseñado su verdadera cara, que es de lagarto como los visitantes de "V", al incitar y animar a los ciudadanos a la delación, al chivateo de los fumadores y bares donde se permite tan horrendo crimen; seguramente añora (o es el primer paso) de una red de chivatos a sueldo del régimen tal y como ocurría en las dictaduras que ella admira tanto: la soviética de Stalin, la cubana de Castro o la venezolana de Chávez.