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Saturday, April 10, 2010

PUTAS


Hoy el día se ha dado de putas. No te confundas, no es que me haya dejado el sueldo en meretrices, sino que:
Me he levantado tarde, a las 14.oo horas, y después de hacer unas papas con choco, sacar a los perros a paseo y ver un capitulito de Prison Break, me he ido a mi garito favorito, un bareto en la plaza del pueblo un poco caro pero donde me siento muy a gusto porque conozco a los dueños, dos holandeses. Hoy, por ser sábado, éstos libraban y en su lugar estaban dos italianos, el encargado y el cocinero. Allí estábamos de charla, de risas mientras tomaba en la barra un cafetazo con un trozo de tarta, cuando se me sienta al lado una chavalita, se me abre de patas enseñándome la matrícula y se descamisa dejando al descubierto un escote paupérrimo. Mira que era fea la tía. No iba maquillada, sino enfoscada de afeites y potingues y me somete a interrogatorio de tercer grado ( acento marroquino como dice el italiano): ?cómo te llamas?¿dónde vives? ¿a qué te dedicas? yo, por no ser descortés y como estoy chapado a la antigua, le contestaba pero con monosílabos para no dar lugar a malentendidos, porque se le notaba a la legua a lo que iba. Le faltó preguntarme ¿en tu cama o en la mía?.
Me hizo sentir incómodo la situación y el buen entendimiento que tenía con los italianinis se cortó de súbito, así que opté por llamar a mi amigo Víctor para dejar pasar el tiempo. Acabé la llamada, y la pava, tras coscarse de que allí no iba a pescar nada, pagó su café y se largó.
A eso de las 18 horas me largué a casa, salí a correr para quemar las calorías del finde y después de ducharme y cenar un bocata de queso con jamón york, me acerco otra vez al garito para ver el partido Madrid-Barça con los espaguetinis mientras hacemos unas risas y hablamos de chicas.
Me dice G. que no tiene la tarjeta de la tele española, que sólo se puede ver la holandesa, les ayudo a meter las mesas desde la terraza a dentro y me invitan a tres cañas que me ponen a tono. G. me dice que va a ser padre, lo felicito y me invita a su casa a ver el fútbol. Me niego porque no me gusta molestar pero me voy con M. a un antro con pantalla gigantesca, nos apalancamos, empezamos a pedir birras espumosas( dicho de M.: "la birra senza spuma e como la donna senza tete") y me cuenta algo de su vida: nunca hubiera dicho de este macarroni con pinta vulgar, calvete y bajito, que ha estado en centroamérica muchísimos años, que en Costa Rica poseía un restaurante donde iba desde Robin Williams hasta Woody Allen y que en Cuba se cepillaba a putas finísimas por 20 dólares la noche entera. Me contaba todo con deleite pero con frialdad, como si fuera de otra persona de la que hablaba. Recordaba especialmente a una cubana rubia, 18 años y ojos azules,a la que le pegó seis polvos en una noche y le hizo rejuvenecer 10 años. Estuvo muchas veces en Cuba, hasta que se casó con una cubana. Sus amigos le decían que no lo hiciera, que cuando salen de la isla cambian para mal. Él se negaba diciendo que la suya era especial, pero se equivocó: cuando llegaron a Marbella, ella se negaba a trabajar, ni en casa ni afuera, y era caprichosa, gastosa e impertinente. Se separaron y hasta hoy, suspira aliviado. Ahora está con una filipina, bajita y gordita pero servicial. Cuando llega de trabajar todo el día, ella le espera con la casa limpia, la cena preparada y una sonrisa en la cara. "ya no busco la belleza, busco el corazón", dice meláncolico. Le da 150 leuros al mes, 100 para su familia en Filipinas y 50 para sus cosas. Me ha contado todo esto frío, como ausente, con una sinceridad absoluta, incluso cuando la cubana le salió rana, no se veía atisbo de rencor u orgullo herido.
Supongo que lo que ha hecho M. está mal, que es inmoral y todo es reprobable; no voy a juzgar desde aquí el oficio puteril, eso lo dejo para otros más inteligentes, y que yo, sin ser un santo, nunca he catado puta ( ni creo que lo haré) por una cuestión de principios ( me pasa como con la coca, me la han ofrecido hasta gratis varias veces pero siempre me he negado), pero no estoy por abolir el negocio porque hay putas que lo hacen por gusto y puteros que están muy necesitados,pero desde hoy el italianini me es mucho más cercano, humano y, porqué no decirlo, más amigo.

5 comments:

Jarttita. said...

Así leído es mucho más tierna la puta filipina que la no-puta que te intentó ligar en el bar.:)

danicurri said...

no, la filipina no es puta en absoluto, es una humilde ama de casa a la espera de encontrar trabajo, enamorada de su novio y atenta con él.
La del bar sí que era atrevida, con unos modales fuera de lugar que me cortaron el buen rollo.

Jarttita. said...

Ah, pues mis disculpas a la filipina, entendí mal lo de los 100euros.

danicurri said...

no, es culpa mía, no me expresé bien...la pobre filipina la hemos puesto como los trapos

Jarttita. said...

Jjajaj, pobrecilla vamos.