I HAD A DREAM...

Hoy me he desayunado con que Cajasur ha absorbido a una caja vasca, la Cucha o algo así; era la consecuencia lógica de una política acertada del gobierno regional de Andalucía y del equipo directivo de la misma caja. Un gobierno que vela por nuestros intereses sin descanso, como si le fuera la vida en ello.

También es de cajón si tenemos en cuenta que aquí en Andalucía trabajamos más que en ningún sitio de España y si me apuras de Europa. Sólo disfrutamos de un par de días al año de fiestas populares, no como los vascos esos que están cada dos por tres de fiestas populares, romerías, celebraciones y demás algarabías que les hacen perder un tiempo precioso y nunca consiguen coger el ritmo de trabajo adecuado.

Gracias a empresas como Cajasur, Andalucía se ha ganado por derecho propio el respeto nacional e internacional; actuamos como un imán para las empresas, que saben valorar nuestra capacidad de trabajo, profesionalidad e innovación. Así, el sur de España se ha convertido en un auténtico vivero de empresas, y por tanto, nunca tenemos que emigrar a otras regiones a buscar empleo; más bien al contrario, millones de trabajadores tanto del País Vasco como de Cataluña arriban a nuestra tierra en busca de un buen empleo y un futuro mejor.

Claro, todo esto se consigue con mucho esfuerzo y dedicación, nadie nos ha regalado nada. Tenemos un sentimiento nacional muy fuerte desde hace siglos, lo que nos ha hecho hacernos respetar y desarrollar nuestro comercio marítimo desde la Edad Media. Hoy día, el presidente Zapatero no nos respeta, sino que nos teme diría yo, a juzgar por su benevolencia, su compresión y sus favores hacia nuestro pueblo. Siempre que hay alguna cuestión importante en juego, el presi se decanta por Andalucía, porque sabe que con nosotros no se vacila y le montamos una algarada en la calle más pronto que canta un gallo. Nos reunimos cientos de miles de andaluces en cualquiera de nuestras ciudades y te aseguro que al presi se le aflojan los pantalones y le empieza a apretar el nudo de nuestra corbata.

Este sentimiento de nación, de unidad tan arraigado que tenemos nos hace elegir unos políticos regionales que nos representen lealmente, que den la cara por nosotros y que pongan a Andalucía en primer lugar, por la cuenta que le traen, ya que si no, los corremos a gorrazos. Aquí sería imposible lo que ha hecho el anterior presi de Cataluña,que llevaba gobernando más de 20 años y se largó a la vicepresidencia tercera de España sin decir adiós a sus ciudadanos, ésos que le votaron fielmente y le seguían como perritos falderos. Si algún político andaluz cometiera esa traición, mejor que no apareciera por Andalucía en lo que le quedara de vida.

Pero claro, es que estos catalanes no saben nada de nada y, aparte de currar más bien poco, están todo el día de toros y sobretodo de fútbol; ésto es lo que más sienten, y los angelitos pueden estar con unas tasas de desempleo de república bananera sin chistar mientras no les toquen a sus equipos de fútbol. Si es que son de simples, estos catalanes.

De repente, el teléfono sonó y me sacudió de tan dulce sueño...